Para la exposición se han reconstruido distintos espacios a través de los documentos expuestos y descritos, a los que se acompañarán datos extraídos de los mismos u otros, para conseguir más elementos informativos.
Así, de la población podremos constatar, mediante los padrones de vecinos, cómo crece el número de habitantes durante el XVIII y cual es el desarrollo urbano a lo largo del mismo, influyendo en la consolidación de algunos espacios frente a otros o colaborando a la creación de nuevos, todo ello dentro de un desarrollo donde la trama urbana mantiene los principios de su nacimiento.
Dedicado a los aspectos económicos se han seleccionado documentos, de momentos cronológicos distintos, que nos dan la oportunidad de comprobar la importancia cada vez mayor de la actividad industrial y artesanal junto con la comercial, que adquiere a lo largo del siglo frente a la tradicional agricultura y ganadería.
El Trocadero y el Carenero, que será desplazado por la Carraca, fueron centros de gran importancia en la Bahía para la reparación y construcción naval, tradición existente en la localidad y que se fortalece en ese siglo.
Para reforzar esta realidad se han seleccionado varios documentos como el expediente de “Data de tierra” solicitada por Pedro de Goieneche al municipio, en base a los privilegios de los Reyes Católicos, concedidos para la fundación de la villa en 1483, donde uno de los mismos consistía en la concesión de trozos de terrenos para labrar o para construir. En el mencionado expediente el solicitante desea obtener tierras para labrar casa, muelle y atarazana para fábrica de cables y jarcias en 1718; dichos títulos le fueron concedidos y por ello hoy se conoce este espacio urbano como la Jarcia.
Junto a este documento se expondrán el extracto de las respuestas generales que constituye la más antigua y extensa encuesta que se tiene, de mediados del siglo XVIII, en nuestro caso de 1752, donde se consigue, mediante una serie de preguntas, obtener una información muy pormenorizada sobre la población, territorio, actividades profesionales, religiosos, etc., una visión panorámica de la Villa, que se completará en esta exposición con el volumen de Industrial del Catastro del Marqués de la Ensenada. Dichos textos corresponden a los trabajos puestos en marcha por el Real Decreto de Fernando VI, el 10 de octubre de 1749, para todos los pueblos de la Corona de Castilla, que suponían averiguar la situación real de estos territorios para realizar una reforma fiscal que sustituyese los distintos impuestos y rentas provinciales por uno solo conocido como la Única Contribución, que no llegó a ponerse en marcha.