MUELLE HISTÓRICO FORTIFICADO
Se trata de un muelle de cantería realizado en sillares de piedra ostiera de las canteras de la villa con destino portuario que mantiene instalaciones para ser usadas como fortificación, en este caso con lunetas que se dotaban de artillería en periodos bélicos.
Recientes estudios arman que este muelle debió de realizarse a mediados del siglo XVIII, participando en su construcción como director de las obras el ingeniero militar Ignacio Sala, por entonces vecino de Puerto Real, siguiendo posiblemente un diseño del también ingeniero militar Jorge Próspero de Verboom.
En el año 1805 sería reformado por el arquitecto Torcuato Benjumeda y durante la ocupación de Puerto Real por las tropas napoleónicas (1810-1812) el muelle fue dotado de artillería. El largo actual conservado es de 113 metros, y el ancho de 17 metros en la zona de embarcaderos; en la zona central disponía de dos lunetas u orejones con planta semicircular (Media Luneta) destinados a una posible fortificación del embarcadero de forma puntual.
Una de las lunetas fue enterrada durante el relleno de la zona efectuado a mediados del siglo XX. La otra aún se conserva, la denominada media luneta del muelle, una construcción en semicírculo de unos 13 metros de radio con un pretil corrido.
A fines del siglo XIX se realizan diversas obras, incluida la instalación de un puente de hierro en la conocida como “puntilla del muelle”, donde se situaba el afamado balneario de Santa Marina, en funcionamiento hasta comienzos del siglo XX.