Rehabilitado en el 2010, el Teatro Principal es uno de los teatros más antiguos en funcionamiento de Andalucía.
Corría el año 1.856, en pleno reinado de Isabel II, cuando comenzaron las obras del nuevo Teatro de Puerto Real. Tres años más tarde, en 1859 fue inagurado un edificio cuyo nombre fue cambiando con el transcurso de los años y los acontecimientos: Teatro de Isabel II, Teatro del Principe Alfonso y Teatro de la Libertad fueron sus denominaciones hasta recibir la actual de “Teatro Principal”.
El proyecto fue impulsado y promovido por Antonio Matalobos, empresario del Puerto de Santa María y proyectadas por el arquitecto neoclásico gaditano Manuel García del Alamo.
El edificio responde al tipo de “teatro a la italiana” decimonónico, en el cual el vestíbulo, la sala con forma aproximada de herradura y el escenario, se engarzan a lo largo del eje principal, recibiendo los espacios de relación: salones, pasillos y escaleras un tratamiento que les otorga cierta relevancia en el conjunto.
Tiene además, este Teatro, una característica especifica en su tipología, al constituir un claro ejemplo de la sala vinculada a un Casino. La sala original del Teatro contaba con un aforo de 800 butacas, distribuidas en patio, palcos, platea y gradería de paraíso.
Su decoración era de tintes discretos y clara influencia academicista, y como era habitual en los teatros decimonónicos, las zonas de camerinos y servicios eran pequeñas y pobremente dotadas desde el punto de vista técnico.
La reforma del teatro en 1989
A finales de la década de los 80 del siglo XX, en 1989, el Ayuntamiento de Puerto Real y la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, y la Consejería de Cultura, inician un proceso de rehabilitación del teatro a cargo de los arquitectos Ángel Díaz Domínguez y Juan Jiménez Mata, y el arquitecto técnico Manuel Ballester Diana.
El objetivo de las obras de reforma era doble, recuperar los valores históricos y arquitectónicos del conjunto, y adaptar los equipamientos del teatro a las necesidades técnicas y de seguridad del siglo XX. La reforma afectó no sólo a la estructura del edificio, sino a las zonas de circulación y a los servicios y medios técnicos.
Antes de las obras la sala contaba con un aforo de 800 butacas, distribuidas en patio, palcos, platea y gradería de paraíso. Tras las obras realizadas se vio disminuido el aforo pasando a ser actualmente de 400 butacas, se mejoraron los espacios auxiliares, se recuperó el muro curvo de la zona de paraíso, se creó un foso de orquesta en la sala además de dotar al edificio de todos los medios técnicos específicos y la modernización del equipamiento teatral.
Actualmente, el Teatro Principal de Puerto Real proyecta una nueva ampliación hacia la finca colindante, conocida como el Casinillo, en la que están previstas nuevas dotaciones de talleres, almacenes, vestuarios de personal, sala de proyección o espacios multiuso.