IGLESIA PRIORAL DE SAN SEBASTIÁN MARTIR
Es el edificio más antiguo de la ciudad. Su origen se remonta a una antigua ermita medieval dedicada a San Sebastián.
Los Reyes Católicos, fundadores de Puerto Real, le dieron el título de Prioral en el año 1486. Originalmente de planta basilical renacentista, con una nave central y dos naves laterales separadas por columnas de orden clásico, a la que se le fueron añadiendo diversas capillas.
El templo ha pasado por diversas modificaciones entre los siglos XVI al XX, combinándose en él diversos estilos arquitectónicos, desde el Gótico de algunas de sus bóvedas al Neoclásico de la Capilla Sacramental, pasando por el Plateresco o el Barroco.
De sus portadas destaca la llamada Portada de las Novias, de mediados del siglo XVI, con vano de acceso de medio punto enmarcado por pilastras sobre pedestales y un relieve del Padre Eterno rematando el conjunto, siendo una de las mejores muestras de estilo plateresco de la Diócesis de Cádiz.
Junto a ella encontramos una columna conmemorativa datada en el año 1592, momento de la consagración denitiva del templo. Conserva en su interior un interesante conjunto artístico, como el púlpito de estilo barroco, de mármol, jaspe y piedras engastadas; la custodia del Corpus, obra anónima mejicana del siglo XVII realizada en filigrana de plata y piedras preciosas; pinturas como el óleo de San José con el Niño y San Juanito, obra barroca de Francisco Meneses Osorio o esculturas de notables autores como la familia Roldán (S. XVII), los genoveses Francesco María Maggio, Domenico Giscardi y Antonio Molinari (S. XVIII), Pablo Rosich Serra (S. XIX) o Ramón Chaveli Carreres y Antonio Castillo Lastrucci (S. XX).
En su exterior destaca su robusta torre, la cual durante siglos cumplió tanto una función religiosa como defensiva, sirviendo de torre vigía y de comunicación con otros puntos de la Bahía de Cádiz.
